Em defesa da Festa

As diatribes anti-taurinas que nos últimos tempos se têm feito ouvir não são de todo inúteis. Elas tiveram, pelo menos, o mérito de revelar novos defensores do fenómeno tauromáquico, que vão para além do argumento da «tradição» e esgrimem com outras armas. Refiram-se os nomes do prestigiado filósofo francês Francis Wolff, que no seu livro «Filosofia de las Corridas de Toros», publicado em Espanha pelas Edicions Bellaterra, procede a uma fundamentada defesa da Festa. Afirma Wolff: «La corrida no es ni inmoral ni amoral en relación con las especies animales. La relación del hombre con los toros durante su vida y su último combate es desde muchos puntos de vista ejemplo de una ética general. (...) En la corrida el toro muere necesariamente, pero no es abatido como en el matadero, es combatido. Porque el combate en el ruedo, aunque sea fundamentalmente desigual, es radicalmente leal. El toro no es tratado como una bestia nociva que podemos exterminar ni como el chivo expiatorio que tenemos que sacrificar, sino como una especie combatiente que el hombre puede afrontar. Tiene, pues, que ser con el respeto de sus armas naturales, tantos físicas como morales. El hombre debe esquivar al toro, pero de cara, dejándose siempre ver lo más posible, situándose de manera deliberada en la línea de embestida natural del toro, asumiendo él mismo el riesgo de morir.»
Por sua vez, a edição de Setembro da revista britânica «Prospect» inclui um artigo do escritor Alexander Fiske-Harrison, intitulado «A Noble Death». A propósito de uma corrida a que assistiu em Sevilha, Fiske-Harrison rejeita o carácter «bárbaro» do toureio e enfatiza a lealdade do combate homem/touro (http://www.prospect-magazine.co.uk/article_details.php?id=10357).